La excelencia sólo se puede alcanzar mediante una cuidadosa preparación, por eso Sacchi, después de haber montado in situ incluso los sistemas más complejos, comprueba cada detalle con el cliente antes de la instalación final.
En esta fase también se prueba el software y se verifica la interfaz de usuario.
Finalmente se procede a la verificación funcional y ergonómica de los sistemas de seguridad y del cumplimiento del suministro con las especificaciones técnicas.
La prueba FAT (prueba de aceptación en fábrica) se convierte para Sacchi en una oportunidad de probar el proceso con materias primas reales antes de enviar la maquinaria y para el cliente en una garantía de resultados y tiempos de respuesta rápidos en la puesta en marcha.